Don Progreso

Don progreso, rey del necio,

son mentiras tan notosas

y, a la vez, tan borrosas

pa'l idiota que desprecio

por hundir algo pensando

que lo estaba rescatando

o por hundirlo queriendo,

pues yo vivía en ese algo,

y encima, tal vez, podría

haber estado ganando

más que robando y rïendo

de lo mucho que existía

en ese algo tan valioso

que dorado se vestía...

Don progreso, rey del precio,

de vida y economía,

recuerdo muy bien que antes

te llamabas muy distinto

a lo que vi en estos días...

Don progreso, rey del mundo,

justísimo de los justos,

llevás la linda careta

que te regaló el inmundo

hipócrita de tu busto...

y, por suerte la corneta

del necio, repetir sabe,

lo que le vende el muy vivo...

con tanta fuerza, firmeza

y defensa que parece

un cuentito de verdad

pa que crean los demás...

Don progreso, rey poder,

rey capital y rey oro,

te informo que el sol que brilla

con luz propia, digno brilla,

y sol trucho con brillar

de metal dorado ajeno,

tanta vergüenza, ha de dar,

porque eso es ser un gusano

que chupa de los demás

pa terminar reventado

por ser sólo un fracasado

sin sendero pa encarar...

Don progreso, rey saber,

rey potencia, rey divino,

me dijiste de cambiar

y jamás el cambio vino,

pero eso era de esperar

de un gran mentiroso seso

que antes se era de llamar

Don, el magno, Retroceso...

25/05/2010

Juan Cruz Acosta

Soneto al Bobby

“Soneto al Bobby”


Amigo mío: ¡Cómo no añorarte
después de estar, las horas y horas, juntos,
llorando y riendo como dos hermanos

que nunca se abandonan aunque parte
del tiempo, vivan lidias sin asuntos,
razón por la que no abren males vanos,

un nudo tan estrecho como el nuestro,
por eso yo con esto te demuestro
o al menos trato de mostrar la estima
que siento, con el simple verso y rima,

que como tu alma, han sido mi maestro
en noches donde un gran dolor ultima,
y en días donde he de tocar la cima,
agradeciendo siempre el auge de estro!


Lunes, 20 de abril del 2009

Juan Cruz Acosta

*Bueno este soneto tiene su historia, fue así, hubo un concurso de poesía dedicada a tu mascota aquí en Ramallo Pueblo y mis primitos estaban enloquecidos por ganarse el primer premio que era una bicicleta, entonces me encargaron que escriba algo para ver si les podía ganar la bicicleta para ellos, lo hice, lo presenté y como no iba a estar seguro por mis estudios, me dijeron que no había drama de mandar el día del sorteo a un familiar y lo que sí, llevar la mascota (el Bobby murió hace unos años, pero era mi mascota), resulta que fue mi tía y llevó el perro de mis primos en suplencia del difunto, y me anunciaron para el segundo premio y como no estaba se lo dieron a otro, y cuando llegué de la facultad me dijeron todo eso y que el premio una cucha pa'l perro el segundo premio y mis primos estaban re calientes porque no estaba jajaja. A partir de que conté esa historia me apodaron "cucha de perro". En fin es un soneto con buenas intenciones y complejidad aunque no sea perfecto, tiene un diseño exótico por ser invertido y juego de ritmo aunque no se aprecie en estos tiempos. Espero que les guste.

El antes y el después de un amanecer

“El antes y el después de un amanecer”

Copliando a la luz de la luna,
como suspiro de dolor profundo,
sólo pa tirarle un loor a la vida,
pues no falta muerto que no pare de quejarse.

Dios nos hizo a su imagen;
Dios es el criador del universo
y algunos de sus hijos son puro verso:
ya pocas son las virtudes
y pocos son los güenos en multitudes.

¡Ay!¡Qué mundo me ha tocao!
No faltó risa de chiflao
cuando esta alma su padecer ha cantao.

La noche es eterna pa’l seso corrompido,
pues naides que no haya lidiao
del sueño, de la niebla, ha despertao,
y no le veo sentido a la vida de ese moribundo,
pues ni al cielo se llega acostao.

Y no habrá mal alma, engrupido o fracasao
que me odie o me inore,
pues la verdá les duele,
pero no se salvan ni por quien les ruegue ni por quien les llore.

Yo he andao por esa noche
y todavía la compadezco con reproche,
pero cuando la luz del alba surge,
no hay mala sangre que rezongue.

Y ansí es la vida…
Todos tenemos noche y día
aunque vivamos en la oscuridá,
pero tenemos el don,
el don de criar algo pa iluminar
ande labre ciegos la neblina…

La noche le canta al día
y el día le canta a la noche
-¡¿Ánde está tu chichería?!-.
La noche le responde -¡Aquí está la mía!-,
y le pregunta al día -¿Y ánde está la tuya?-,
entonces responde el día
-Mi chuchería no está ni ande empieza ni ande termina tu gran porquería-…
Y a partir de ahí
aparecen por separao
como agua y aceite,
pero siempre el güen deleite
es el que triunfa ante el mal pensao,
por eso son como lluvia estas coplas,
cayendo sin traba ni de mala gana
y sólo cain pa mojar las tierras de poca fama
pa que les tiren un poco de agua,
son humildes pues vienen del ánima,
son juertes y de mucho valer,
pues son el antes y el después
de un gratísimo amanecer…


Miércoles, 08 de julio de 2009

Juan Cruz Acosta

Serena la noche

"Serena la noche"

Serena la noche conlleva
el son armonioso del silencio;
allí, cantando y brillando como estrella,
un alma aclama a los cielos
el elevar de su esencia al firmamento
y no pisar más el quebrantado suelo.

¡Qué tormentos aquellos!
Aquella pobre ánima nunca bajó los brazos,
que aún siendo atropellada por el infortunio,
nunca se dejó caer en pedazos.
Iluminantes númenes
han señalado el paso,
como estrella en el mar del olvido,
como alegría en el mal sufrido.

Los sones del saber,
trinaron como bravos truenos
en la nocturna tempestad
y como rayo, alumbraron por piedad…
¡Qué será de aquel inocente espíritu,
en el camino del misterio
y de la desdicha fortuna!
Con sólo saber que quien yerra,
termina en el cementerio.

Que aquella ánima
que sea portadora de un sol
y un sol sea su portador,
ilumine con todo su fulgor.


Jueves, 05 de marzo de 2009

Juan Cruz Acosta

Cuando esté oscurito

“Cuando esté oscurito”


Tumbao en una noturna,
miraba sólo pa arriba
por buscar, nomás, consuelo
en el lucero que ardía.

No me faltaba caballo,
ni agua, ni algo pa comer,
pa salir de ese desierto,
sino un amparo pa ver.

Sereno el son de la noche
que la pobre sombra hospeda...
Sereno el son de la noche
que alivia un cor pleno en pena...

Ya a cair rocío empezaba
cüando mi compañía
más y más se separaba
y hasta sombra parecía.

La escarcha la fe agobiaba,
y, ni el calor del lucero,
calmaba la tempestá
de un pobre gaucho matrero.

Al compás de las estrellas,
bailaba aquella armonía
que estaba siempre a mi lao…
hasta que la llevó el día;

yo, carente de consuelo,
empecé a cavarme el pozo,
pero una luz alumbró
mi decisión de morboso,

y me apronté pa lidiar,
nomás andando y andando
pa no parar y llegar
ande sale mi recargo…

Pa pagar y no cobrar
y, cobrar y no pagar,
apunta el afán del orbe
por criar más inequidad.

Rogando misericordia
he perdido mucho tiempo,
porque a todo lo que tengo,
lo vuela un infame viento.

Por eso debo ser vivo
y matreriar en la vida,
pues le persiguen al pobre
por buscar una alegría…

Al antojo de mi yeta
viviré, pues a quien chilla
sin luchar, como cobarde,
le encaja bien la cuchilla.

Pero cuando esté oscurito
voy a abrir cancha pa andar
entre los pociados rumbos
de mi pobre destinar.
… … … … … … … …

Martes, 12 de mayo del 2009

Juan Cruz Acosta

Fuego Eterno

"Fuego eterno"

En mi orbe mi destinar
sigue y sigue iluminando
el alma desamparada
que en este cuerpo a de estar.

Como ciego vivo este mundo
y este papel del demente
conllevaré hasta la muerte,
pero con orgullo lo llevo,

pues aquí el demente es sano
y el que está sano es un demente,
viven solamente el tiempo
y que es finito no entienden,

pues el que no quiere ver,
no ve, y es duro mirar,
mirar lo alto, la grandeza,
el infinito, nuestro hogar.

Y aquí sobra el vagabundo,
e impotente me siento,
pues puedo dar una mano
pero piensan que les miento

y la rechazan con odio...
vaya a saber por qué,
pero ya más no me importa;
siempre mal lugar dejé

y como este no me gusta,
me labro un orbe mío,
sólo por vivir tranquilo
unos tiempos de infortunio.

Como un fuego eterno late
en maldito cor del hombre,
y lo consume de a poco,
pues muerte lenta es su postre.

Como un fuego eterno late
en mentes descarriladas
que descarrila más
a las almas desviadas.

Como un fuego eterno late
en el destinar buscado
y condena eternamente
de quïen sólo ha durado...


Viernes, 3 de julio del 2009

Juan Cruz Acosta

El recuerdo de una ausencia

“El recuerdo de una ausencia”

Palpitante en mi memoria

el recuerdo de un ayer

que contemplo en mis desvelos

con plenitud y avidez...

Ocres hojas han volado

por las sendas de los tiempos

de un otoño tan sereno,

que suspira con suspenso

un dolor que aqueja el ánima

como espino que se encarna

en las paredes del cor,

agonizando en la calma.

¡Dura la alegría en falta;

tierna la faz del amparo;

malditos aquellos trechos

de los tiempos que han pasado!

Recuerdos de una ausencia

que viven en mi memoria,

persisten como el momento

que se vivió con euforia.

Eterna fue la alborada

y eterna siempre será,

pues algo que no se olvida,

es son de felicidad.

Poco el tiempo que ha durado

la cálida primavera

y efimerísimo el paso

de aquellas nocturnas buenas.

El fulgor de un gran lucero

nunca se hará oscuridad,

porque no existe el dolor

que opaque su palpitar.

El susurro del ayer

desvanece en el olvido

cuando el ingrato del tiempo

para y queda sin respiro.

Grandes númenes pasaron,

como fugaces auroras

que encantaron las riveras

de la oda cautivadora

que se aprecia con frescura,

pues nunca se ha de morir

lo que tan bien se ha labrado,

para el eterno existir.

La candidez del recuerdo

siempre crea la añoranza

de la viva gratitud

y un momento de esperanza.

Pero siempre durará

la sempiterna aflicción

de poder volver a ver

y no poder sin perdón

del tiempo que siempre rige

y nunca descansará

hasta no hacer descansar…

al pobre que ha de extrañar…

… … … … … … … …

Domingo, 05 de abril del 2009

Juan Cruz Acosta

* ¡Dedicado a una grosa que me prendió la idea jeje!